La ex presidenta argentina Cristina Kirchner reconoció que podría terminar tras las rejas por las investigaciones de casos de corrupción en su Gobierno que se aceleraron en los últimos meses, a las que considera una «persecución judicial» impulsada por opositores a sus políticas.
En ese sentido, la ex mandataria dijo que no teme «en absoluto» ir a la cárcel, y agregó: «Ser peronista en este país no es gratis», durante una entrevista en El Calafate concedida a seis periodistas de las cadenas Al Jazeera, de Qatar, y Telesur; del diario La Jornada, de México, de las agencias de noticias Reuters, del Reino Unido, y Sputnik, de Rusia, y de la página web nacional Nodal.
La ex mandataria, que gobernó por dos períodos consecutivos entre 2007 y 2015, está bajo la lupa de la Justicia por supuestas irregularidades en varias causas judiciales separadas que se reactivaron después de que el presidente Mauricio Macri la reemplazó en diciembre.
Cristina fue recientemente procesada en una causa por operaciones financieras del Banco Central y ha sufrido embargos millonarios de bienes, en lo que ella considera una operación de jueces y grupos de poder que podría llevarla a la cárcel.
De acuerdo con la ex presidenta, cuando su Gobierno resolvió enfrentar a grandes intereses económicos con sus políticas, sabía que ese podía ser uno de los desenlaces. «Cuando vos decidís estas cosas, está claro que uno de los riesgos es la cárcel», aseguró a Reuters tras enumerar una serie de medidas de su Gobierno.
«No me quejo. Cuando uno decide que los responsables del genocidio deben ser enjuiciados y recibir las penas por lo que hicieron, cuando se recuperan edificios como la ESMA para devolverlos a la memoria, cuando se decide recuperar la administración de los recursos de los trabajadores y que los trabajadores deben tener un salario que les permita vivir dignamente y motorizar la economía, está claro que uno de los riesgos es la cárcel y que lo persigan políticamente. Otro no tendría ese riesgo. Pero son los riesgos que se deben tomar, más allá de que ninguna de las causas (que son todas inventadas) tenga la más mínima entidad de condenar a nadie», dijo.
«Aplicando esta Constitución, estos procedimientos y estos códigos (jurídicos) de fondo, no tendría por qué haber ningún riesgo. Aplicando los códigos de la política en la Argentina, sí», añadió durante la entrevista, realizada en un quincho de su casa de El Calafate.
Además, Cristina dijo que podría recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) si persiste lo que llama la ofensiva judicial en su contra, de la que también responsabiliza a grupos mediáticos con los que siempre estuvo enfrentada.
La ex presidenta también está imputada por lavado de dinero, en una causa en la que se investiga a ex funcionarios y a empresarios por presunto desvío de fondos públicos. «Que hay una persecución judicial me parece que es más que evidente. Y que además fue anunciada», dijo Kirchner.
«Si uno lee las crónicas periodísticas durante el último mandato mío en su totalidad (…) decían durante los últimos 3, 4 años que yo cuando abandonara el poder iba a tener serios problemas con la Justicia», dijo.