Hay una necesidad social de paridad que se refleja en la política
En un encuentro organizado por la Asociación Nacional de Politólogos, la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de America Latina y el Caribe y la Universidad del Salvador para debatir en torno a la paridad de género como eje central de la Reforma Política que se plantea para las elecciones 2017, la diputada nacional de la Unión Cívica Radical Carla Carrizo resaltó la importancia de avanzar con la paridad en la cuestión electoral para que sirva de plataforma de próximos cambios culturales.
En un panel que contó con heterogeneidad política, expusieron sus posiciones dirigentes del Frente para la Victoria, del socialismo y hasta del PT de Brasil, Carrizo hizo hincapié en la necesidad de que “la paridad entre en el paquete de la ley de Reforma Política y no en un paquete aparte”. La diputada expresó que “hay una necesidad social de paridad que se refleja en la política” por eso para ella es de vital importancia que en el debate en el Congreso haya consenso de todos los partidos en torno a este tema. “Los derechos no tienen partido” remató Carrizo para cristalizar la importancia de que este eje de la reforma sea apoyado por los diferentes espacios políticos.
Luego del encuentro, BairesDiario pudo dialogar con la diputada.
¿La cuestión de la paridad de género es algo que recorre transversalmente a todos los espacios políticos?
Esta reforma se inició sin tocar el tema de la paridad. Entonces es un logro colectivo que a través que de una coalición de diputados y diputadas de todos los partidos se haya logrado instalar el tema cuando el proyecto salió del ejecutivo no lo incluía. La paridad no es ningún privilegio, solo es tener las mismas condiciones para competir electoralmente y eventualmente ganar. Eso es lo que queremos. Creemos que la paridad es un gran avance en la propuesta de reforma electoral porque la paridad va a hacer mejor la democracia.
¿La ley puede permitir avanzar después sobre otros aspectos tal vez más culturales con respecto a la paridad?
Si, hay toda una agenda que no puede esperar. Es muy oportuno avanzar sobre la paridad, hay temas que tiene que ver con la discriminicación de la mujer que no puede esperar. Por ejemplo la trata de niñas, la gran desigualdad en los salarios entre hombres y mujeres , hay algunos que tiene un ribete trágico por la inmediatez y otro que no pero que son parte estructural de desigualdades que no puede esperar para ser resueltas.
¿Qué entendes que maduró en la sociedad que obligó a la política a tomar la paridad como tema de agenda?
Fue una demanda que coincidió la sociedad con la política. No es que es un grupo de políticas que de pronto quiere más cargos para las mujeres, hay una demanda en la sociedad que encontró un eco en el Congreso. Posiblemente porque hoy la mujer ocupa muchos lugares de poder en la sociedad, trabaja en muchos ámbitos pero no ocupa espacios de autoridad. Entonces se dio una necesidad social y esta se refleja en la política.
Hay algunas resistencias con respecto al voto electrónico, ¿cómo lo están trabajando?
Hasta ahora hay un consenso para que se apruebe el voto electrónico entre todas las fuerzas políticas. En lo que si se está trabajando es en especificar desde el Congreso, cuales son las provincias en las que se va a aplicar ya que se decidió que el cambio va a ser gradual, no va a ser para todos. En 2017 algunas provincias van a votar con voto electrónico y otras en papel. Entonces lo que queremos ver es como se da esa implementación gradual. En definitiva lo que queremos es que todos los argentinos tengan los mismos derechos para votar, no que en algunos lugares hayas más garantías que en otros. El punto principal es que la gradualidad salga detalla desde el Congreso y no quede como atribución del ejecutivo, que no quede en manos del ejecutivo a ciegas.
Aquí en el debate hubo una representante del PT de Brasil, ¿cuál es tu mirada del proceso política que está viviendo Brasil?
Yo creo que Dilma es una ex presidenta honesta, incluso creo ella tiene un nivel de honestidad mucho más alto que los que llevaron a cabo el impeachment en el Congreso. Pero hay que diferenciar algo, una cosa es un golpe de estado y otra cosa es un proceso con legitimidad política. Los impeachments no tienen que ver con una cuestión antidemocrática, nos gusten más o nos gusten menos. En esos casos hay que revisar por qué la presidente y el partido perdieron legitimidad. La macroeconomía tenía problemas, no lograron construir alianzas en el Congreso y el partido dejó de apoyar a su referente, fue más un vacío de poder que una cuestión antidemocrática.