Sergio Massa construye políticamente con un doble objetivo: por un lado, las elecciones de octubre, en las cuales buscará mejorar una performance en la que terminó resultando víctima de la polarización entre el Gobierno y el kirchnerismo. Por el otro, con un plazo más largo, mira 2019 y recibe el apoyo de Gobernadores.
Hoy dio un paso más de cara la segunda de las metas, al recibir en Tigre al Gobernador de La Rioja, Sergio Casas, junto a quien recorrió el Centro de Operaciones Tigres e intercambió experiencias en materia de seguridad.
La visita de Casas se suma a una serie de gestos y acercamientos que el hombre de Tigre viene logrando desde la mitad de este año. En junio se mostró con mandatario de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y hace pocas semanas departió junto al candidato del PJ de Corrientes, Camau Espínola.
Esta vez, junto a Casas, hubo más sintonía. Ninguno de los dos perdió de vista su rol opositor ni dejó de referirse al escenario nacional. «El desafío es construir un país justo, donde todas las provincias tengan posibilidad de desarrollo y los mismos recursos», dijeron.
“Es tiempo de trabajar juntos y de pensar el futuro juntos para darle a los argentinos la tranquilidad de que quienes tenemos responsabilidades estamos comprometidos en la lucha contra la inseguridad”, sostuvo Massa, que presumió la tecnología de Tigre para combatir el delito, que cuenta hoy con 1500 cámaras y 100 móviles, botones antipánico y hasta un dispositivo para luchar contra la violencia de género, el DAMA.
Casas devolvió la gentileza y le aseguró a Massa que el futuro los encontrará “unidos, trabajando por el bien común” y dejó sobre la mesa una invitación para visitar La Rioja. Pero hubo más: logró el apoyo del Gobernador riojano compensar fondos arrebatados a Buenos Aires en concepto de coparticipación en el año 1988.
