El recuento provisorio, a cargo de la empresa INDRA y del Correo Argentino, viene plagado de sospechas desde que aparecieron los primeros datos, allá por las 21 horas de ayer. Es que, como es habitual, las primeras informaciones correspondieron al primer cordón del Conubano y a los principales distritos del interior, donde Cambiemos se hizo fuerte.

Los primeros datos fueron un verdadero baldazo de agua fría para Unidad Ciudadana. Esteban Bullrich, contra todos los pronósticos, picó en punta y sacó una diferencia que parecía, a priori, indescontable, en torno a los 6 puntos. La euforia le jugó una mala pasada al oficialismo, que salió a festejar, aunque se cuidó de hablar de una victoria bonaerense.

Esa limitación discursiva generó suspicacias entre propios y extraños. Y éstas se potenciaron una vez que, finalizado el prime time mediático, la tendencia empezó a favorecer al kirchnerismo, que llegó a ponerse a tan sólo mil votos bien entrada la madrugada. Fue cerca de las 3.30, cuando UC superó el 34 por ciento de los votos y quedó a una centésima de Cambiemos en la disputa por senadurías.

CFK subió entonces al escenario y dijo lo suyo: se declaró ganadora y habló de un “bochorno” por parte del Gobierno. “Nunca, se los juro de corazón, nunca pensé que iba a tener que pedirles perdón a todos los argentinos por este bochorno que hemos vivido aquí en nuestro país”, dijo desde Arsenal.

Sus escuderos fueron más contundentes al apuntar directamente al Gobierno por lo que consideraron una manipulación de los votos. La teoría cierra: Cambiemos se llevó las sonrisas del prime time y relegó la esperanza kirchnerista para la madrugada. Pero hubo más: después de que hablara la expresidenta, la tendencia volvió a favorecer nuevamente a Cambiemos, que se despegó hasta los 7 mil votos de diferencia.

¿Cómo se logró eso? Fácil: el Correo e Indra comenzaron a difundir los datos de las mesas que habían quedado rezagadas en distritos de Cambiemos, como La Plata, General Pueyrredón y varios otros. Y relegó los votos de los sectores más marcadamente K: José C. Paz, Merlo, Moreno y el estratégico bastión de La Matanza, donde aún falta computarse el 5 por ciento de los votos.

«Es vergonzoso que a las 8 de la mañana del día siguiente de la elección hay 1500 mesas que no han sido escrutadas y que han desaparecido. Eso representa aproximadamente 300 mil votos. De las 1500 mesas aproximadamente 1100 son del conurbano bonaerense y estamos convencidos que computadas como se deben ganó Unidad Ciudadana», afirmó esta mañana el candidato a diputado Leopoldo Moreau, reafirmando las dudas.

Tanto Cristina como su espacio habían alertado por la posibilidad de que ocurriera una manipulación de datos. Fue hace una semana, cuando los diputados del FpV, en conferencia de prensa, difundieron información preocupante: la conducción del Correo Argentino y de la empresa INDRA están en manos de ex directivos de la empresa SOCMA, mascarón de proa del Grupo Macri, y realizaron contrataciones sospechosas y sin control para llevar a cabo el escrutinio que terminó en escándalo.

Desde las redes sociales se hicieron eco de las denuncias que lanzaron desde el kirchnerismo y, de hecho, mostraron cómo durante la carga de sufragios en el Correo pararon de trabajar en los momentos en que Cristina comenzaba a repuntar.

Avatar
About Author

admin

PHP Code Snippets Powered By : XYZScripts.com