La semana pasada, los tres bloques de diputados provinciales del peronismo se juntaron para expresar un rechazo conjunto a la decisión de la gobernadora María Eugenia Vidal de vetar un artículo del Presupuesto incorporado en las negociaciones de última hora que creaba una comisión para que la oposición controle la ejecución de la obra pública proyectada para este año, una decisión que generó profundo malestar en la Cámara baja y en el Senado.

El comunicado conjunto fue la primera expresión de acercamiento de los sectores luego de que fracasaran en la intención de unificar una postura para votar el Presupuesto y la Ley Impositiva en los últimos días de diciembre. Y anticipa lo que para muchos se producirá ni bien se retome la actividad legislativa en febrero: la discusión por la posible reunificación de los bloques.

“En febrero se va a discutir, inevitablemente”, dice el diputado Fernando “Chino” Navarro, del Peronismo para la Victoria, una de los tantos espacios minoritarios en que quedó partido el peronismo por las peleas internas luego de la derrota en las urnas de 2015.

La movida que se anticipa tiene como antecedente cercano la decisión del Partido Justicialista que conduce el matancero Fernando Espinoza de ampliar su esquema de apoderados para licuar el poder del kirchnerismo en una función clave (ya que son quienes realizan los trámites de inscripción de candidaturas ante la Justicia) y abrir espacios a los sectores que fueron ganando protagonismo en los últimos meses, espacialmente las dos ligas mayoritarias de intendentes, el Grupo Esmeralda y el Grupo Fénix.

En las filas del peronismo legislativo hay muchos que piensan que la unidad de todos los espacios será clave para afrontar el año electoral y para fortalecer el proceso de reconstrucción que comenzó a desandar el justicialismo bonaerense. Además, se entusiasman con un escenario en el que puedan acordar posturas conjuntas con el Frente Renovador de Sergio Massa. Todos juntos, sumarían los dos tercios del cuerpo, condicionando al oficialismo a seguir su agenda parlamentaria.

Pero hay otros, en tanto, que creen que la confluencia en un mismo bloque es misión imposible y anticipan un escenario en el que, a lo sumo, podría haber movimientos que vayan hacia un esquema de dos grandes bloques. “Uno, con el kirchnerismo, La Cámpora y Scioli. Otro, con los que se referencien con Randazzo y el Grupo Esmeralda”, explica, fuera de micrófono, un diputado peronista.

Ese ordenamiento anticiparía lo que para muchos será el enfrentamiento en el marco de la interna del partido de Daniel Scioli versus Florencio Randazzo. “Ya está acordado que van a competir en las PASO”, adelantan.

Hoy, si no se toma en cuenta a algunas bancadas minoritarias que suelen votar con el oficialismo, el peronismo está dividido en tres bloques en la Cámara de Diputados (el Frente para la Victoria, con 17 de La Cámpora y el kirchnerismo; el FpV/PJ, con 13 integrantes referenciados básicamente con el Grupo Esmeralda y Florencio Randazzo y el Peronismo para la Victoria, con seis bancas, integrado por el Movimiento Evita y otros sectores. Juntos, suman 36 escaños, lo que los convertiría en la primera minoría de la Cámara, a la que sólo podría superar Cambiemos con el apoyo de todo el massismo y de los bloques pequeños aliados.

En principio, la posibilidad más concreta que asoma en el horizonte es una unificación del bloque de los 13 comandados por Walter Abarca y la bancada de seis integrantes del Movimiento Evita y referenciados con el ex presidente de la Cámara Horacio González.

A ese nuevo bloque podrían sumarse varios diputados del Frente para la Victoria que, en contra de la decisión de la mayoría de compañeros de bancada, decidieron acompañar junto al resto de los diputados peronistas el endeudamiento solicitado por el gobierno de María Eugenia Vidal, como Marisol Merquel y Marcelo “Patón” Torres.

En el Senado, en tanto, son cuatro: el FpV kirchnerista, con ocho bancas; el Bloque Peronista, de esmeralda y randazzistas, con 6; el PJ, con dos, vinculados a Fernando Espinoza, y el monobloque PJ Néstor Kirchner, de Fernanda Campos, la suplente de Mario Ishii que se mostró siempre alineada a la postura conjunta en torno temas como el Presupuesto y el endeudamiento.

Pero en la Cámara alta las posibilidad de unificación entre el bloque de esmeraldas y randazzistas con el del PJ son más inciertas, aunque las partes adelantaron que en febrero se sentarán a charlar posibles movimientos de cara al año electoral.

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