La Gobernadora María Eugenia Vidal prepara una fuerte modificación en la estructura ministerial para encarar su segundo año de mandato, con varios enroques, y a pesar de que había asegurado hace pocos días que no tenía pensada ninguna reforma.
Creará la Jefatura de Gabinete, cargo que abolió al asumir la gestión, y colocará allí a Federico Salvai, actual ministro de Gobierno, que gana poder dentro de la estructura ministerial. Al lugar de Salvai lo ocupará Joaquín De la Torre, ministro de Producción, que asumirá un rol más político y coherente con su función de «armador» político.
A esos dos fuertes cambios de estructura se suma la ya conocida baja de Edgardo Cenzón, que deja Infraestructura en Diciembre. En su lugar asumirá Roberto Gigante, ministro de Coordinación, que se impuso sobre Rodrigo Silvosa, nombre que se barajaba en la previa para Obras Públicas.
Gigante es un hombre cercano al intendente de Lanús, Néstor Grindetti. De hecho se desempeñó bajo su órbita en la Secretaria de Hacienda porteña durante su gestión.
Cenzón, por su parte, llegó a la gestión ni bien asumió María Eugenia Vidal, proveniente de Espacio Público de CABA, y deja el cargo ante la aprobación unánime de la oposición aduciendo «problemas personales». La partida ya tiene fecha: diciembre.
Además, se confirmó que quedó descartada por ahora la idea de dividir Infraestructura en dos carteras –obras por un lado y servicios por el otro-, con lo cual también Edgardo Volosín, que sonaba para el cargo restante, también ve frustradas sus aspiraciones.
La otra novedad tiene que ver con que no habrá un reemplazo para Gigante; de hecho, el ministro de Coordinación se disolverá y quedará bajo la órbita de Salvai. La única incógnita pasa por saber quién reemplazará a De la Torre en Producción, cargo al que arribó hace tres meses. En este marco, Salvai aparece como el ministro más fortalezido, ya que gana terreno e influencia en lo político
