Pese a las jornadas de protesta de los trabajadores y a las gestiones realizadas por concejales y dirigentes políticos, la Dirección de Fabricaciones Militares confirmó el cierre de la fábrica de explosivos Fanazul, ubicada en el municipio bonaerense de Azul.
La decisión del Gobierno, que deja a más de 200 empleados en la calle, fue informada por el interventor de Fabricaciones Militares, Luis Riva, en una reunión que mantuvo con una comitiva encabezada por el intendente azuleño Hernán Bertellys.
En un comunicado, Fabricaciones Militares informó que tras evaluar las propuestas de los trabajadores y los equipos técnicos para reabrir la fábrica «se concluyó que no es posible mantener la continuidad de la planta de Azul, por lo que en consecuencia comunicamos que ha dejado de producir en forma definitiva en todas sus líneas de producción».
En declaraciones al diario local El Tiempo, Bertellys, que en plena campaña electoral había negado el posible cierre de Fanazul, dijo que el escrito recibido de parte de Riva «es un comunicado necrológico para nosotros. Ahora nos queda una puerta abierta, que es ir por la Provincia”, agregó.
