El cantante Ernesto Gauna, más conocido como Pocho La Pantera murió esta tarde víctima de un cáncer de riñón. El bailantero se volvió un ícono de la música tropical a fines de los ´80 por su hit “El hijo de Cuca”, pero tiene un costado oscuro vinculado a la violencia de género que no tuvo demasiado reflejo en los medios de comunicación.
Según recuerda la periodista Mariana Carabajal en Página/12, el músico “se jactó ante las cámaras de televisión de que en la década del ’80 fue ‘fiolo’ y ‘regenteaba’ un grupo de mujeres que le hacían ganar mucho dinero, a las que ‘había que darles una paliza de vez en cuando para que laburen’.”
Incluso reconoció sin sonrojarse al periodista Rolando Graña que entre “dones” se compraban y vendían mujeres que le valió una denuncia ante la Justicia.
En los últimos años se reconvirtió en pastor evangelista de la mano del Pastor Giménez.
El velatorio se realizará en Thames 1164 desde las 21 hasta las 11, hora en que será trasladado al Cementerio de Chacarita.
«No sabe con quién se metió el cáncer, pobrecito. Si hubiera sabido no se metía. En la quimio me mando un sanguche de milanesa con una bebida, no sufro para nada. Yo soy creyente, si Cristo está conmigo, ¿Quién contra mí? Ya con eso tu autoestima empieza a laburar a favor», dijo en una extensa entrevista con La Once Diez.